SONETO XII
Cuando el pie cada paso intenta un drible,
mil lances de rayuela en las baldosas,
y hay farolas que funden nebulosas
con un suelo que busca lo intangible.
La lengua custodia un verbo indecible,
ideas en rebeldía que son… cosas,
y el tiro se apura en voces gangosas
que reclaman cualquier licor bebible.
Los sueños se caen sobre el gran tablero,
trabucados a salto de caballo
por una verdad que no tiene suero.
Rodar y morir en clase de tropa
que capea febrero el mes de mayo,
llora con risas y pide otra copa.
Cuando el pie cada paso intenta un drible,
mil lances de rayuela en las baldosas,
y hay farolas que funden nebulosas
con un suelo que busca lo intangible.
La lengua custodia un verbo indecible,
ideas en rebeldía que son… cosas,
y el tiro se apura en voces gangosas
que reclaman cualquier licor bebible.
Los sueños se caen sobre el gran tablero,
trabucados a salto de caballo
por una verdad que no tiene suero.
Rodar y morir en clase de tropa
que capea febrero el mes de mayo,
llora con risas y pide otra copa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario