domingo, 24 de diciembre de 2023

LIII. VIENTO DE CEDRO


SONETO XIX

LUZ DE INVIERNO

Púrpura, mármol, lacre, sello, ley;
el capricho de un césar dicta censo:
en la noche, un carpintero indefenso;
María, encinta; polvo, burro y buey.

Algún pastor y el frío son la grey
que ve a Dios nacer entre paja y pienso;
brindan a sus pies oro, mirra, incienso,
reyes de hinojos por quien será rey.

Ahogan tu risa las sillas vacías,
platea entre tus manos el testigo
que habrás de llevar las noches, los días...

Vuelves tu vista a la luz de Belén:
en el pobre portal se abre un postigo,
y el niño dice: «no estás solo, ven».

2 comentarios:

  1. No estás solo, ven. Precioso. Muchas gracias. Me encanta.

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  2. Es guapísimo, Jorge. Ese balanceo en personas y materias entre lo frío, rígido y oficial y la ternura y precariedad de aquel nacimiento, suena a música. El mensaje que pones en boca del niño es la clave de estas fiestas, más allá de las creencias y me conmueve. Muy bello, enhorabuena.

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