SONETO XIII
Los ojos rumian un paisaje inerte;
se funden las miradas con usura,
el tiempo se vacía y apresura
en un triste anticipo de la muerte.
El cuerpo busca erguirse y pisar fuerte;
la palabra, el baldón, la desmesura,
la mugre es el altar de la cultura;
la infamia, única ley que brinda suerte.
El corazón funciona como exclusa
trasegando la sangre de un derribo
que espera bala en la ruleta rusa.
Ruedan días, semanas, meses y años
de carne subastada en un tiovivo;
huérfana de fe, ávida de apaños.
Los ojos rumian un paisaje inerte;
se funden las miradas con usura,
el tiempo se vacía y apresura
en un triste anticipo de la muerte.
El cuerpo busca erguirse y pisar fuerte;
la palabra, el baldón, la desmesura,
la mugre es el altar de la cultura;
la infamia, única ley que brinda suerte.
El corazón funciona como exclusa
trasegando la sangre de un derribo
que espera bala en la ruleta rusa.
Ruedan días, semanas, meses y años
de carne subastada en un tiovivo;
huérfana de fe, ávida de apaños.
Goal.
ResponderEliminarCambiando de aires, paso por aquí y el "sonetillo" me envía un dardo al espíritu. Me hunde en el marasmo de la vida, en la pereza de los pasos, en el pozo oscuro del dolor.
ResponderEliminarLo aprendo y lo prendo del calendario.
Gracias.
Saludos