Ha crecido el camino a la espalda;
aún no llega rumor del mar cierto,
mas los músculos impugnan
su anonimato con dolores nuevos.
El poso es cuerpo y costumbre
sin la brida de las palabras;
remembranza sin el órdago de piel
que desatan los encuentros.
No hay escapatoria a los lados
apurando el residuo de potencia
que dejan los hechos consumados,
ni labranza de tahúr que valga.
aún no llega rumor del mar cierto,
mas los músculos impugnan
su anonimato con dolores nuevos.
El poso es cuerpo y costumbre
sin la brida de las palabras;
remembranza sin el órdago de piel
que desatan los encuentros.
No hay escapatoria a los lados
apurando el residuo de potencia
que dejan los hechos consumados,
ni labranza de tahúr que valga.
Juraría un servidor que ese poema va/iba dedicado a don Gandumbas.
ResponderEliminarDiría “ bellísimo " ...pero es como una imagen mía en un espejo.
ResponderEliminarDiría “ melancólico " ...¡pero es tan cruda la metáfora del poema!
Mejor que se imponga el silencio sobre la belleza y la melancolía.