martes, 29 de marzo de 2016

XVII. VIENTO DE CEDRO

PIEDRA FILOSOFAL

Fatigaban una quimera
conjugando ensalmos y matraces,
encorvados sobre ollas humeantes
donde sus potingues desafiaban
las declinaciones de la materia.

Domaron su rústica alquimia
con sutilezas para medir
ductilidad, resistencia
y número exacto de protones
que logran hacer del oro, oro.

Pero nunca explicaron por qué
no hay crimen que logre mancharlo.

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