martes, 16 de junio de 2015

IV. VIENTO DE CEDRO

SONETO I

Pierdo las alas en el desamor,
peno sombras de un ángel en secano
refugiado en el quehacer mundano
y apenas si camuflo mi dolor.

La comida me estraga sin sabor,
crece un puño de garfios en mi mano,
lejos del tacto que me hacía humano,
al declinar el poso de su olor.

Abrigo sólo piedras por almohada
y molienda de sueños por jornada,
rehén encadenado a un espejismo.

Arrancar del Oeste al sol sediento,
mutilar las palabras del abismo
y borrar de mis labios aquel viento.

martes, 9 de junio de 2015

III. VIENTO DE CEDRO

Hoy te callas,
suspendes las palabras
y sometes tus labios
al veredicto de un abismo.

Pero tus ojos embisten
hasta la vecindad
más triste de la belleza.

La luz se platea en tu mirada
con la fatalidad de las preguntas
que no tienen respuesta.

Ruedas sobre las sábanas
y el cuerpo sorbe un vacío irrevocable
de pétalos que arropan a la rosa
en su túmulo de hermosura.